A veces la aventura llama a tu puerta y no te queda más remedio que adentrarte en una misión que no pediste, de la que no hay vuelta atrás. Así comienza Call of the Sea, un videojuego de aventuras publicado por Raw Fury y desarrollado por Out of the Blue, un estudio español (concretamente de Madrid). Desde la primera vez que vi el juego en el Inside de Xbox de 2020, algo se quedó grabado en mi memoria ¿Quizá fue la ambientación, la música, el misterio por descubrir? No lo sabía, pero desde luego tenía que averiguarlo:
Call of the Sea es un videojuego independiente de aventuras y puzles en el que tendremos que explorar una isla misteriosa situada en los confines del Pacífico Sur. En 1934, Norah recibe un paquete anónimo en el que hay pistas del paradero de su marido, que lleva semanas desaparecido. Sin mediar palabra alguna, Norah saldrá en su busca en un viaje que le cambiará la vida para siempre. El enigma que envuelve a la isla, la narrativa visual que hay en todos los escenarios, la voz de la narradora que ayuda a los jugadores a introducirse de lleno en la historia… Cada detalle del juego está cuidado para que los usuarios se adentren por completo en la búsqueda que rodea a la protagonista. Pero lo que más ayuda a la inmersión es el increíble doblaje de Cissy Jones, que hace un trabajo impecable cargando bajo sus hombros con la historia prácticamente sin ayuda.
La mecánica principal del juego es la exploración, ya que deberemos investigar todos los detalles del escenario para poder resolver los puzles. Sin ser excesivamente complejos, los enigmas que introduce Call of the Sea están tan bien llevados que generan una sensación de victoria (y 300 de IQ) al resolverlos. Además, los paisajes y los escenarios son tan bonitos y brillantes que incitan a seguir buscando pistas en todos los capítulos. El único problema que hace algo pesada la jugabilidad es el ritmo lento de la protagonista a la hora de moverse. Entiendo que quisieran hacer hincapié en el estado de Norah, pero se hacía algo desesperante rebuscar por los escenarios a paso tortuga. Además de esto, se trata de un videojuego en primera persona, por lo tanto, lo único que vemos en todo momento son los brazos de la protagonista. Y digo único porque literalmente no hay nada más, son dos brazos flotantes que se mueven como si de un videojuego de realidad virtual se tratara. A veces, que Norah fuesen dos brazos voladores más lentos que el caballo del malo hacían muy pesado el devenir de la propia trama.
El apartado artístico es lo más destacable que posee el juego: los distintos lugares que componen la isla poseen una temática única, acorde con el puzle que hay que resolver. La historia está relacionada con la literatura de Lovecraft, pero menos centrada en el terror y más enfocada al misterio y al suspense. La ambientación en cada paisaje, la banda sonora que acompaña a la perfección cada lugar y cada descubrimiento está empapado de suspense lovecraftiano que incita a seguir descubriendo sus secretos. El juego quiere que entres en su historia, que conozcas a sus personajes, pero hay un error que hace difícil este objetivo: los bugs. En general, me he encontrado varios errores visuales a lo largo del juego, pero hubo uno especialmente molesto: cuando leías una carta de Harry, tenía que salir una pequeña animación que nos ayudaba a ubicar el paradero y el estado del personaje. Pues he completado el juego dos veces y no me ha saltado ninguna cinemática en las cartas. Teniendo en cuenta el gran peso que tienen esas cartas en la historia, me parece un error bastante grave que haya tenido que verlas en vídeos de terceros.
Call of the Sea es un videojuego divertido, con una historia suficientemente interesante para mantenerte atento e interesado no solo en la historia, sino también en la exploración de los escenarios. Los puzles están bien pensados, y cuando el jugador comprende qué tiene que hacer se siente la persona más inteligente de su casa. Un juego entretenido que agradará a los amantes de los enigmas, que buscan resolver puzles mientras descifran una historia lo suficientemente atrayente como los propios puzles.
No hay comentarios:
Publicar un comentario