En 2018 se anunció un
videojuego de Star Wars que estaría ambientado en el período
posterior a Las Guerras Clon, después de la terrible Orden 66 que
decretaba la persecución y el asesinato de todos los Jedi de la
galaxia. Tenían todos los ingredientes necesarios para crear el
juego que los fans de la saga llevábamos pidiendo desde hace años,
pero después de los últimos lanzamientos era lógico que hubiese
cierta desconfianza con el proyecto ¿habrían aprendido de sus
errores? ¿o sería otra decepción?
Star Wars Jedi: Fallen
Order es un videojuego de acción y aventura de la mano de Respawn
Entertainment que trata el inicio de la Purga de la Orden Jedi,
es decir, tras los sucesos ocurridos en La Venganza de los Sith; así
que sí, es un pelín necesario que hayas visto previamente las
precuelas de la saga de Star Wars, más que nada para que no perderse durante la historia. La trama está centrada en Cal Kestis,
un joven Padawan que se ve obligado a separarse de su Maestro y a esconderse en un planeta remoto, ocultando su
identidad para poder sobrevivir. Cal
tendrá que hacer frente a su traumático pasado para
poder superar los obstáculos que le impondrá el Imperio durante el
camino.
Desde los primeros
minutos se muestran los grandes pilares de la jugabilidad: el parkour
y el combate. Querían que el jugador comprendiera el
funcionamiento del juego nada más empezar, por ello dividieron el tutorial en dos partes para aprender a manejar ambos desde el principio. Se han esmerado
mucho en este último videojuego de Star Wars y se nota, sobretodo en los pequeños detalles, como el hecho de que las
mecánicas del juego estén directamente vinculadas con la historia: la mayoría de las habilidades y el manejo de la fuerza se presentan a
través de las vivencias de Cal. La integración entre trama y
jugabilidad es muy natural, un gran acierto que facilita mucho la
inmersión en el juego.
Es apreciable que se
han inspirado en los lanzamientos más exitosos de los últimos años
para crear Fallen Order, pero hay dos influencias que destacan por
encima de las demás: la saga Uncharted y Sekiro: Shadows Die Twice.
Los movimientos del protagonista, el escalado, los puzles, el
funcionamiento de la experiencia… Bebe constantemente de ambos (el
tutorial del tren parece sacado de Uncharted 2: El reino de los
ladrones), dando como resultado una experiencia gratificante y
divertida, con el punto justo de dificultad sin resultar frustrante
que contentará a los fans que querían un single player
en condiciones. Advertencia: no me hago responsable de los posibles
lanzamientos de mandos por la ventana al seleccionar
los niveles más altos de dificultad. Son
difíciles y habrá que
ir con cuidado en algunas zonas, sobretodo las que
estén repletas de enemigos
de distintos tipos, y es más que probable que haya
que repetir algún boss,
pero no llega a alcanzar el
nivel de Sekiro.
Es
una aventura trepidante que cuenta con una
historia atrayente y unos
buenos
personajes que parecen salidos de las películas (de
hecho, alguno lo hace). La
fotografía de los paisajes y
el apartado artístico de las localizaciones es precioso, brindándonos la oportunidad de explorar la galaxia a nuestro antojo. El diseño
de los personajes y los villanos
es una
maravilla y
el de los planetas es
tan impresionante que se dan el lujo de aumentar algunos planos en ciertos momentos de la partida para
mostrarlos en todo su esplendor.
Aunque
es un videojuego más que notable, posee ciertos fallos que deberían
corregir en próximas entregas, como un más que mejorable apartado técnico.
Tiene problemas a la hora de cargar
algunas zonas, suelen verse a menudo muchos defectos visuales a causa
de eso y algunas animaciones
son mucho más elaboradas
que otras (los
que han encontrado cofres
bajo el agua lo sabrán). El
combate en sí es
muy disfrutable pero
el bloqueo y la habilidad para contrarrestar los ataques enemigos no están muy
logrados, también se
puede abusar fácilmente
de la fuerza y del tiempo de
carga de las animaciones de
los enemigos restándole
complejidad a los
mismos. Y los coleccionables
son meramente visuales, no aportan nada más allá de cambiar los
colores a las cosas, y las mejoras que sí tienen importancia, como
los viales estimulantes, son muy
difíciles de encontrar sin
guía.
Haciendo
un recuento final, puedo
decir sin temor a equivocarme que Star Wars Jedi: Fallen Order es
digno merecedor de las expectativas de los fans, el videojuego que el
público llevaba años
esperando. Una maravillosa experiencia audiovisual
que te adentrará en los confines del espacio, atrapándote en una historia
cautivadora y una jugabilidad trepidante que te convertirá en un auténtico
Jedi.
No hay comentarios:
Publicar un comentario