Todo el mundo se ha
quedado dormido viendo la televisión de madrugada alguna vez, y nos
hemos despertado con el vago recuerdo de un anuncio que dudas si has
visto de verdad o era un sueño, pero no creo que mucha gente se haya
despertado viviendo ese anuncio, y es así como comienza
Superliminal, un videojuego que te hará plantearte si lo que
estás viendo es real o no.
Superliminal es un
videojuego de puzles cuyo principal objetivo es desconcertar al
jugador hasta tal punto que llegue a dudar hasta de sí mismo.
Una interesante propuesta desarrollada por Pillow Castle que desde el
minuto uno jugará con nosotros y con nuestra forma de ver el mundo
en cada una de las pantallas. Las mecánicas parecen sencillas y
dedican cierto tiempo a explicarte cómo funcionan: podemos saltar,
podemos coger y mover objetos y podemos hacer que esos objetos
cambien de tamaño a placer, y tendremos que utilizar cada una de
ellas para completar los niveles, siempre acompañados de una simple
premisa “no todo es lo que parece”.
Y es que precisamente ahí reside la magia de este juego, el cómo la
forma de superar una habitación no funciona de la misma forma en la
siguiente, te incita a pensar en todas las maneras posibles de ver y
usar un objeto, pues cambia constantemente, pero sin llegar a ser muy
complejo. A veces agrandar una caja puede que sea la solución, y en otra lo sea
encoger una pieza de ajedrez, pero ¿y si no sirve hacer ninguna de
las dos cosas?
Se vuelve muy adictivo
intentar resolver los retos que te propone el juego, aunque también
es algo cansado hacerlo durante mucho tiempo, por eso que
Superliminal dure una media de dos o tres hora resulta perfecto, dura
lo suficiente para que sea muy divertido pero no tanto para que se
vuelva aburrido y repetitivo. Tanto gráfica como artísticamente
no es muy puntero, pero la sencillez con la que están planteadas las
pantallas tiene cierto encanto, pasando de tonos cálidos como el
rojo y el amarillo, a tonos fríos como el blanco y el azul,
aderezado con una calmada banda sonora, un juego perfecto para
desconectar el tiempo suficiente para poder completarlo.
En general, Superliminal
es una experiencia muy entretenida, que nos hace pensar y
replantearnos la forma en que vemos las cosas, y lo recomendaría
encarecidamente a las personas que les gustan los juegos de acertijos
y disfrutan desentrañando enigmas. Lo bueno, si breve, dos veces
bueno.
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