Han pasado siete años
desde el lanzamiento de uno de los videojuegos más populares de la
anterior generación de consolas, el cual cautivó de forma unánime
al público: The Last of Us. Aunque la primera parte tuvo un final
que daba pie a una posible secuela, estaba tan bien cerrado que la
confirmación de The Last of Us Parte II causó ciertas dudas,
y que el lanzamiento viniese acompañado de polémica generaba muchas
más. La salida de The Last of Us Parte II quedó ensombrecida por la
controversia ¿Estaba justificada? Respuesta corta: No, la respuesta
larga a continuación:
The Last of Us Parte II
es un videojuego de acción-aventura y de horror de supervivencia
basado en un universo postapocalíptico en el que un virus mortal que
convierte a la gente en monstruos asola el mundo. Han pasado varios
años desde los hechos ocurridos en The Last of Us y en esta ocasión
acompañaremos a Ellie y a unos muy carismáticos nuevos personajes en una espiral de
violencia visceral sin frenos en la que nos plantearemos
seriamente nuestras acciones. Sin querer dar detalles de la
historia, porque cualquier dato podría restarle impacto al juego,
TLOU Parte II es una de las apuestas más valientes y arriesgadas en
la historia de los Triples A, no es precavida ni va a lo seguro,
no cuenta la historia que quieren los fans, cuenta
la que es. Se trata de un videojuego que es capaz
de producir muchas sensaciones, como nostalgia o emoción, aunque no todas son positivas, también genera
tensión, rabia o impotencia. The Last of Us Parte II no deja indiferente a la persona que lo
juega y esa es precisamente su intención, no son muchos los
videojuegos con la capacidad de influir tanto en
las emociones del jugador. Por eso ha generado tanto odio por toda la
comunidad y recibió tantas críticas negativas el primer día, no es
porque el juego sea malo, aburrido o tenga mecánicas incómodas,
sino porque mucha gente no es capaz de aceptar las decisiones tomadas
por Naughty Dog, como es el hecho de que el juego esté protagonizado
por una mujer lesbiana. Pero ni todo el boicot recibido ha impedido
que The Last of Us Parte II se convierta en uno de los exclusivos más vendidos de la historia de la plataforma.
El final de PS4 está
cerca y pocos videojuegos han conseguido alcanzar el techo gráfico
de la consola de la forma que lo ha hecho TLOU Parte II. Observando
las cinemáticas cuesta pensar que no estás viendo una película con
actores: las expresiones faciales ultrarealistas, el movimiento de
los músculos al apuntar con el arma, el magnífico doblaje, el charco de sangre que se va
formando alrededor de los cadáveres o incluso el cambio de
respiración estando en sigilo… cada detalle del juego está
pulido hasta la perfección. Las pantallas de carga han
desaparecido por completo, mostrándose de forma sutil con una
animación; las cinemáticas están tan bien integradas y el apartado
gráfico es tan potente que es difícil saber cuándo empiezan las
cinemáticas y cuándo acaba la
jugabilidad. El arte, la música y la ambientación dejan sin
habla, no es que haya lugares específicos del juego que sean más
detallados o más bonitos que destaquen sobre otros, es que
literalmente todo el videojuego se ha creado de la misma forma, con
detalle y mimo ¿Quizá un poco demasiado teniendo en cuenta el
crunch que han sufrido los trabajadores durante la creación del
juego? Es más que probable.
La jugabilidad de esta
segunda parte ha mejorado con respecto a la primera, las nuevas
mecánicas permiten al jugador elegir cómo llevar a cabo los
enfrentamientos durante las horas de juego a través de las ramas de
habilidades y mejoras de armas: cuerpo a cuerpo y esquivando, sin
usar las armas de fuego y utilizando el mejorado sistema de sigilo o
machacando el gatillo cada vez que se mueva algo en el mapa (éste
último no lo recomiendo, porque puedes quedarte sin munición en los
momentos de más necesidad, como que venga un chasqueador a
arrancarte la cara de un mordisco). Aunque personalmente me parece un
videojuego sobresaliente, no es perfecto: las mecánicas tienen un
patrón ya que se basan en sigilo, recolección y búsqueda, y ésto
se repite una y otra vez durante el juego. La jugabilidad es muy
divertida en todo momento, contando con momentos de tensión cuando
tiene que haberlos, y también se han añadido eventos que aportan
dinamismo y ritmo al juego, como las persecuciones, pero eso no
cambia el hecho de que las mecánicas y la jugabilidad parecen
salidas de 2013. Quizá lo más cargante de todo el juego sean
las zonas excesivamente grandes con innumerables hordas de
enemigos, las cuales alargaban en exceso algunas partes del juego
de forma innecesaria. Puede que la razón fuese que no querían saturar al
jugador con tantas cinemáticas y por eso crearon zonas grandes para
jugar, pero engrandecer las zonas y crear docenas de oleadas para que
haya más jugabilidad alargó demasiado la duración de TLOU Parte
II, provocando que más de una vez pensara “¿Esta zona se
acabará algún día?”.
Siempre diré que todo
es cuestión de gustos, pero verdaderamente pienso que The Last of Us
Parte II es una experiencia que todo el mundo debería vivir en sus
propias carnes. Pocos juegos han sido capaces de removerme tanto por
dentro, al acabarlo estuve días reflexionando sobre él, leyendo
críticas, viendo vídeos y escuchando opiniones. Jugablemente es
muy divertido, visualmente es deslumbrante y pocas historias te van a conmover de esta forma; quizá no te guste o no creas que merezca
más de un siete, pero sí que lo considero uno de los mejores juegos
de la generación y la mejor forma de despedir una consola. Mi
recomendación es que lo juguéis y juzguéis vosotros mismos, valdrá la pena.
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